Jamás olvidaré ese momento… Los dos acurrucados en mí
cama, tú acariciándome el pelo y yo recostada en tu pecho. Entonces me diste un
beso en la mejilla y me susurraste, casi tocando mis labios, rozándolos, que me
amabas. Tus manos en mi cintura, las mías en tú cuello, ese instante antes de
besarnos, de fundirnos. Notaba tu respiración, mi pulso acelerado, entonces te
aproximaste aún más a mí, no, nunca olvidaré ese segundo… En el que desperté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario