Pensar en que un día no estará es sinónimo
de una cara llena de lágrimas. Pensar en que un día no le tendrás. No más
bromas, no más risas, ni siquiera más peleas, imaginar un mundo sin él/ella.
Los días se tornan grises, de repente no te sientes bien, tienes miedo… Pero ¿Por
qué? Solo te lo estás imaginando, no ha ocurrido, solo eres tu misma la
traidora, la que se entristece sola… Solo imaginarlo, solo una imagen fugaz en
tu cabeza y ya estar rezando por que no pase (incluso ateos). No ha mayor miedo
que perder a alguien para siempre.
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