Personitas leyendo mí cabeza

viernes, 18 de abril de 2014

Un pequeño desahogo

Hace un momento he leído una entrada que publiqué hace algún tiempo, la de "no dejaré que gane", hablaba de la distancia, sí... Los que leéis mi blog casi desde el principio sabréis que yo estaba loca, pero totalmente loca por alguien que vivía a miles de km de mí. Y no, no es que de golpe me cansara, no es que un día dijera o pensara "bah, esto no tiene futuro, paso de seguir intentándolo", pues no. Si por mi hubiera sido habría luchado por conseguirlo, habría estado ahí siempre, lo habría intentado hasta el final de mis fuerzas, lo juro. Pero, ¿sabéis qué pasa? que esas ganas de luchar no eran mutuas. Me dejé cuerpo, espíritu y corazón y él no se dejó ni un detalle. Y he empezado a escribir todo esto, porque al leer las palabras que yo le escribí y al saber que esas no eran las únicas, que le quería, me ha dado muchísima rabia y he pensado cómo pude ser tan estúpida de creer que lucharía por mí. Le quería, y eso me convirtió en una estúpida. Y no puedo evitar preguntarme si pensará en mí, en lo que luché por él (os aseguro que ninguna otra lo habrá hecho como lo hice yo) si de repente le viene mi nombre a la cabeza o si recuerda las cosas que le dije, o las promesas que me hizo. No es que espere que se haya dado cuenta de lo que perdió ni nada por el estilo, es que simplemente, a mí me costaría dormir después de saber que una persona me quería y no le importaba nada y yo solo la utilicé, es más, no habría podido utilizar a alguien, eso es inhumano. 
Pero, con todo esto he de decir que un día, por ciertas circunstancias me di cuenta de que estaba siendo una tonta y que él no iba a hacer nada para remediarlo. Borré cualquier tipo de comunicación con él y sin decirle adiós, desaparecí de su vida, y lógicamente, él también de la mía. Tiempo después conocí a la persona que ahora comparte mis sueños y mi vida. Llevamos 18 meses y le amo con locura. Quizás sea eterno o quizás sea efímero. Pero este sí me ha demostrado que me quiere, ha estado conmigo en las buenas y en las malas, y sobretodo, me vio y no me dejó escapar. Gracias a él me siento querida y como he dicho antes quizás sea efímero, por todo eso de la edad y la juventud. Pero me da igual lo que piensen, esto será eterno o así queremos que sea, y quizás lo será, y ahí os joderéis, ¡cabrones! En fin, con estas palabras no pretendía llegar a ningún lado o escribir un libro sobre la filosofía del amor, simplemente me apetecía desahogarme y me he quedado muy bien la verdad. Y nunca se sabe, quizás tu estés pasando por algo parecido, pues como dije antes, ¡Que se jodan, es mi vida! (y yo, aunque sea una desconocida, te apoyaré si lo necesitas) 

¡Buenas noches a todos mis lectores! 
Echen azúcar en la almohada para tener dulces sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario