Personitas leyendo mí cabeza

sábado, 14 de junio de 2014

Hola.

Hola, hoy vengo a decirte todo lo que no te dije cuando pude hacerlo.

Si empiezo por el principio que es por donde hay que empezar cuando quieres que alguien se entere de lo que estás diciendo, tengo que contarte que al primer mensaje que vi tuyo en aquella red social donde ni siquiera tenías puesto tu nombre, me dije a mí misma una cosa: si le contestas, ese chico te va a partir el corazón como no te lo han partido antes. Porque yo ya lo sabía, sabía que te iba a querer como tú no lo ibas a hacer. Y si me preguntas por qué… no lo sé, siempre fardaba contigo de mi buena intuición, y ya ves que nunca falla. Aunque ojalá hubieras sido la excepción. Ojalá.
Claro que te contesté.
Cómo no hacerlo.
Me tiré al vacío, me tiré y disfrute la caída, a veces parecía que volaba, cuando tú me hacías caso yo flotaba. Pero la hostia contra el suelo estaba garantizada. Y no pienses que dolió menos por esperármela, porque no fue así. Cuando noté que te estabas marchando, cuando tus mensajes eran cada vez menos, y el tiempo que tardabas en contestarme era más, yo sentía como si me estuvieran cogiendo el corazón y estrangulándolo. Cómo herías…
Pero después de ese mensaje, hubo muchos más. Conversaciones sobre temas triviales, discusiones, canciones, fotografías, mil cosas que ya no volverán.
Me creí cada una de tus mentiras, sabiendo que eran mentiras. Y no me arrepiento, porque con la verdad no me siento mejor. Pero saber que no era verdad no me hace más fácil olvidarte, y tampoco me hace odiarte. Siempre fui muy estúpida, te idealicé de más.
Ahora ya no estás, te has ido del todo (y eso que nunca estuviste). Cada día te pienso menos, por las noches tu recuerdo me acompaña hasta que caigo dormida, pero ya no te sueño. Y eso es un pequeño triunfo, aunque no un consuelo. O eso creo.
Supongo que el olvido es el lugar al que yo estaba destinada desde antes de entrar a tu vida, supongo que tú siempre serás una cicatriz a medio curar en la mía.
Pero cariño, si pudiera volver a atrás y no responderte a ese mensaje… no dudes que yo no lo haría. Prefiero que me hagas daño, a que no me hagas nada.
La cosa terminó así… yo enamorada de ti, y tú sin acordarte de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario