-¿Y… qué paso?
+De un día para otro dejamos de hablar.
-¿Así? ¿Sin más?
+Sí, nunca mandamos ningún otro mensaje.
-¿Por qué no le hablas?
+¿Por qué no me habla él?
-A lo mejor está esperando que tú lo hagas. +No creo. Me ha demostrado que puede vivir sin mí, mientras que yo me muero por hablarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario