Yo quería besarte. Tú querías besarme. Pero nunca nos besamos.
Podríamos decir que nunca estuvimos lo suficientemente cerca para que nuestros labios se encontrasen. O podemos decir la verdad, que aunque habríamos podido, costaba tanto que preferimos no besarnos.
Y lo mejor no te lo crees, pero hubiera preferido que no quisieras besarme a esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario