Personitas leyendo mí cabeza

martes, 31 de mayo de 2016

Se es.

Y rara vez se es tal y como se quiere,
se llora lo que se llora
uno no elige de quien se enamora
ni elige qué cosas a uno lo hieren.
Y en lo más sutil de los cuerpos sutiles
lejos de la noria de causas y efectos
se tiene el corazón que se trae por defecto.


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