Personitas leyendo mí cabeza

viernes, 11 de mayo de 2018

Vértigo.

Porque el vértigo también es bonito, e inesperado; y lo inesperado es lo que nos cambia la vida.
Darte cuenta que pueden venir con toda la artillería, que a ti las balas ya no te atraviesan.
Como querer vivir entre los acordes de la guitarra de tu padre. 
Tu libro, canción y poema favorito.
Sentir en un abrazo que no quieres que te suelten por lo menos en las próximas tres vidas.
Conocer la manera más bonita de romperse.
No sé a qué sabe exactamente la felicidad, pero seguro que se parece a la sensación de pisar tu playa favorita después de que la muerte te haya pisado a ti los talones.
Como llenarle a alguien cada esquina de la cama de motivos. Que la distancia solamente la definan los botones de una camisa y la cremallera de un vestido. 
Meterse la hostia a 200 por tus sábanas.
Éxtasis, hechos, debilidad, vitalidad, impulso, adrenalina, fuerza, amor, tiempo…
La vida se ha sentado en una mesa conmigo a tomar un café; me ha contado que no vamos a salir vivos de ella. Que nos torea con su falda más corta para que aprendamos que es pecado caminar...
Teniendo alas. 
Te prometo que si dejas de ser cobarde, te ríes de todo aquello que te hace daño y saltas: sobrevives.
Así que siéntate en el borde de tu vida y dime qué ves; antes de que se acerque a una gasolinera y todo estalle por los aires.
Cía.

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