Personitas leyendo mí cabeza

lunes, 17 de junio de 2019

Chica hubiera.

Es una chica hubiera:
la hubiera amado mejor,
la hubiera besado bonito,
la hubiera defendido contra mí,
la hubiera detenido cuando en su mirada me gritaba no me quiero ir,
la hubiera abrazado como se abrazan algunas estaciones:
con tiempo y alejando el frío.

Es la chica por la que te pones triste
al recordarla y darte cuenta de que no hiciste
absolutamente nada para detenerla,
para tratarla mejor,
para presentarla a tus padres;
cuando ella hizo hasta lo imposible amándote,
porque chicos como tú son difíciles de querer
e inevitables de doler.

Es la chica del por qué:
¿por qué no le dije eso, aquello y esto?
¿por qué no estuve ahí en sus noches imposibles?
¿por qué la acompañé en todos sus domingos?

Lo más increíble de todo es que ella te perdona
por no haber estado ahí, 
por no haberle dicho aquello,
por no haberla sacado a bailar,
por no haberla tomado de la cintura 
y susurrarle su poema favorito al oído,
por no haberla invitado a más noches de estrellas fugaces,
por no ser tu única excepción.

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