Recuerdas esos
momentos en los que no podías quitarle la mirada de encima, esas horas de
estúpidos juegos solo para llamar su atención, ese secreto a voces en el que
decían que el también gustaba de ti. Y pensar que ahora es imposible vivir un
amor como ese, porque nada es tan lindo y tan inocente como ese primer amor.
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