Le buscaba entre la gente, no lo advertía,
no sabía donde estaba… Miraba disimuladamente, me hartaba, miraba
descaradamente. Nada. Ni rastro de él. Empecé a andar, un poco cabizbaja, y de
pronto, aparece su mirada, que me deja desarmada… Pero el muy estúpido la
aparta, y a mi me dan ganas de matarlo. De pronto, su mano en mi mano, y con
disimulo, sin decir nada, me aparta del mundo, y mis ganas de matarlo aumentan.
Te voy a matar a besos, por tardar tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario