Vagaba por las calles sin dirección fija. Rodeada de tanta gente, me sentía aun más sola. Lo único que rondaba por mi cabeza era saber hasta cuando caminaría sin alma y con dolor. Mi corazón apenas latía, los recuerdos aglutinados, alterados, deseando salir y golpearme con dosis de una realidad pasada. Seguía ahí en medio de todos, en medio de nada, deseando terminar con una existencia que ya no quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario