Por la noche todo era más difícil. Ya que el día en ocasiones me distraía, me hacia olvidarle a veces. Pero la oscuridad de mi habitación, como una hoja seca trae el viento, me traía a mí su recuerdo. Su rostro, su pelo. Hacía tanto que no le hablaba, hacía tanto que le soñaba. No conseguí olvidarle, aún le echo de menos. Es de noche, y viene a mí su recuerdo.
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