Y la invitación queda hecha,
puede entrar y quedarse, sentarse si quiere,
¿salvarme quizás?
Le advierto, si; es un mundo salvaje,
un suplicio aislado, oscuro, muy oscuro.
¿Se atreverías a abrir, tan solo?
No importa si no se lo cuenta a nadie,
si es el dolor quién nos mueve,
no he venido a juzgarle, los dos
sabemos que la vida nos ha jugado chueco.
¿Quiere acompañarme?, ¿sería tan amable?
Se que suena repentino, cuesta razonarlo pero
si está a mi lado… ¿Cuan feliz sería?
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