Personitas leyendo mí cabeza

viernes, 9 de noviembre de 2012

Uno no elige de quién se enamora


Y rara vez se es tal y como se quiere,
se llora lo que se llora
uno no elige de quién se enamora
ni elige qué cosas a uno lo hieren.
Y en lo más sutil de los cuerpos sutiles
lejos de la noria de causas y efectos
se tiene el corazón que se trae por defecto.

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