Y tengo miedo, mucho miedo. ¿Cuándo ha pasado? ¿Desde cuando dependo de una persona? ¿Cómo es posible que en un segundo, un instante, con una sonrisa, una mirada, una palabra, pueda cambiar totalmente mi estado de ánimo? Me resulta surrealista, tan tonto… Nunca he querido depender de nadie, ¿Por qué ahora no puedo evitarlo? Todo esto me asusta, me supera… Me da terror pensar que un día no estará la persona de la que ahora dependo. Porque entonces, ¿Cómo superarlo? ¿Tendría que volver a pulirme el no depender de nadie, cuando él, con una sonrisa, destruyó toda mi teoría? No creo en el “para siempre”, y eso hace que mi miedo vaya cada vez a más y más y más… Y es que, cuando no está, mi cabeza no deja de pensar que me está olvidando, que le terminaré cansando, que ha muchas, mucho mejores que yo, que un día me dirá que todo acabó, que no más historias, que a la mierda nuestro libro… Y yo, no quiero que eso pase. Yo quiero seguir riéndome con él, quiero continuar con nuestra historia, quiero escribir nuevos capítulos, quiero no acabar con esto. No quiero que se canse, que me olvide, que me cambie… Y solo tengo miedo, de que él no quiera lo mismo.
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