Personitas leyendo mí cabeza

martes, 29 de mayo de 2012

Redacción sobre por qué no hablar en clase


¿Por qué no debo hablar en clase? Porque debo prestar atención a la profesora, porque mis estudios son lo único importante en mi vida, porque necesito graduarme, sacar una carrera, ser alguien de provecho en mi vida, porque… No, no más mentiras… ¿Por qué no se preguntan antes por qué hablo en clase? ¿De verdad me tomáis por una chica irresponsable? Pues no, en realidad no lo soy. Si hablo quizás es porque me han roto el corazón en mil pedazos, de mil maneras distintas. Y no, el corazón no solo se rompe con desilusiones amorosas, no se confundan. El corazón se rompe cuando estás en tu casa y tu madre te dice que no vales nada, que eres una más que solo sobra. Cuando estás en tu casa y tu padre te mira con asco, con desprecio, porque no eres la hija que deseó tener. Pero, es aun peor cuando el resto de tu familia te trata con pura indiferencia, porque no se preocupan de lo que te pase.

Quizás hablo en clase para olvidarme de cómo me siento, odiada por los espejos, no soy más que imperfecciones, no solo por dentro, donde no se ven, también por fuera, solo un cúmulo de fallos, de errores… Por ello decides huir de todo. Por ello, necesitas a tus amigos, esos en quien confiar cuando piensas que todo está perdido, esos que te dan ánimos, que siempre están ahí, que te ayudan en todo, esos que… Esos que no tengo. Me siento perdida en mitad del mar, a punto de ahogarme, pero nadie piensa venir en mi salvación, por ello, tengo que nadar sola… ¿Pero cómo aprender a nadar? A la fuerza, ya que, aunque cada vez tus pulmones se llenen más de agua, quizás, a la próxima brazada veas tierra en la que no te puedas hundir… Pero te cansas, no ves tierra, y el fondo del mar cada vez te resulta más y más apetecible… ¿Qué hacer cuando ya no quedan fuerzas?...

En fin, me resguardo en sonrisas, en palabras, en conversaciones con las personas de mi entorno, esas que me hacen olvidarme durante unos instantes mi vida, mi familia, mi yo… ¿Por qué hablo en clase? Ya lo saben. ¿Por qué no debo hablar en clase? Porque de todas formas, ya les hago compañía a los peces, en el fondo del mar. 

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