Personitas leyendo mí cabeza

viernes, 15 de junio de 2012

Ahora son dudas...



Tal vez no quieras recordarlo, pero siempre me quedó la duda acerca de cómo pudiste, después de tanto tiempo, decidirte un día a estar enamorado de ella antes de que te dieras cuenta de que las cosas realmente nunca fueron como parecían.

¿Alguna vez te besó sin que tuvieras que mencionarme?
O mejor, dime, ¿alguna vez la besaste y pensaste en mí, o de verdad creíste todas sus mentiras?

Los celos terminaron en mí hace mucho tiempo por costumbre de verte continuamente con ella y escucharte reír con ella, caminando al lado de ella, tomándole la mano a ella y queriéndola a ella. No a mí.

Ahora no son celos, ahora son dudas.

Me siento como la esposa engañada que toma la infidelidad de su marido a modo de sátira y la curiosidad le hace caer en el morbo y lo acosa a él con preguntas incómodas acerca de cómo le hacía el amor a su amante.

Dime, ¿cómo es que un día caíste en su trampa? No lo habías hecho a pesar de tantos intentos y de repente todo volvió a estar en sus manos, justo cuando las nuestras estaban unidas.

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