Personitas leyendo mí cabeza

lunes, 11 de junio de 2012

Niña bonita de cara sonriente, es tu turno de chillar


Ella no se siente bien. Ella escribe en un teclado, frente a una pantalla, la cual observa como sus mejillas cada vez se inundan más de lágrimas. Las palabras no fluyen, se quedan atoradas en su garganta, provocándole un nudo horrible. Solo quiere irse, chillar. Ella quiere chillar y ser escuchada. Que escuchen los gritos de socorro que nunca dejó salir. Que escuchen las palabras que calló por no herir. Que escuchen su historia jamás contada… Pero que también vean, la vean de verdad, ya no más máscaras, nunca más. Que vean las lágrimas en su cara. Que vean el alma rota en mil pedazos. Que vean el corazón desangrándose. Que vean las cicatrices de su cuerpo. Pero más, todavía más. Que la entiendan. Que entiendan lo que siente. Que entiendan por qué es como es. Que entiendan el peso que lleva en sus hombros. Y por último, solo una cosa. Que sientan, que sientan todo lo que sintió, todo lo que siente. Que sientan el dolor, el corazón desgarrándose, que sientan el alma partida, que sientan las lesiones en su cuerpo… Que sientan, lo que nunca han querido ver. Pero no, ella no puede salir corriendo, ella no puede chillar, ella jamás será vista, entendida y mucho menos, comprendida. Ella sigue frente a ese ordenador, en su habitación, oscura, para no poder ver lo débil que es. Ella sigue llorando, y llorando, y llorando. Hasta que se vuelvan a encender las luces, y poder volver a ser, la niña bonita, de cara sonriente… 

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