“—¿Qué ha pasado contigo? No te reconozco, has cambiado mucho.
—¿Cómo? ¿Qué he cambiado? Hm, para nada ¿sabes? Sigo siendo yo, en esencia sigo aquí igual que siempre, puede que se hayan transformado cosas de mi, que me hayan dejado otras, pero jamás voy a dejar de ser yo, no podría.
—Eso dices tú, pero… estás diferente.
—Contigo, eso es todo.
—Explícate.
—Soy otra contigo porque así lo has querido. ¿Quién dejó a quién? Te vas, sin explicación alguna y luego, vuelves, pidiendo un perdón que yo no tengo, ¿y quieres que todo sea igual?
—Pero si tu… aceptaste mi compañía de vuelta.
—Jamás dije que volvería a ser lo mismo.
—No es justo, ¿sabes?
—¿Y qué hago, si ya no me nace ser así contigo?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario