Alegrías fingidas,
sollozos a altas horas de la noche ahogados con una fina sabana, llamadas
inexistentes, mensajes no escritos, querer olvidarte de ese alguien, recordar
hasta la mas tonta de sus manías, sentir que el mundo se acaba cuando se acabo
esta tontería, tanto quise creer sus mentiras para ahora vivir encerrada en un
cruel desengaño, en un dolor real del que nunca te crees capaz de escapar, te
encierra en un abrazo, dejando todo lo demás en un segundo plano, te deja
respirar para que sufras mas, si estuvieses muerta no sentirías el dolor que dejo
su boca al separase de la tuya, su ausencia, simple manía de tocar con tus
manos su pelo para desordenarlo, de mirarlo y sentir ese nudo en la garganta,
esas palabras que mueren antes de ser pronunciadas. Solo queda el silencio,
entre labios que un día se dijeron tanto.
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