Te digo que te quiero, pero no te suena bien. Vuelvo a intentarlo con más énfasis, pero tampoco te convence. Nos miramos un rato, en silencio…, y rompemos a reír a carcajadas. Pero en qué estaría pensando. ¡Que se vayan al carajo las palabras!. Te acaricio largamente las piernas, y te beso en la boca, y te muerdo la nariz, y…
tú me dices que así sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario