Y entonces, un día termina pasando.
Las sonrisas empiezan a florecer,
las lágrimas se comienzan a diluir con la lluvia
y las miradas comienzan a tomar ese brillo bonito que las caracteriza.
El mal tiempo no es el pronóstico del tiempo,
el mal tiempo es el diagnóstico de cómo nos sentimos a veces.
Benjamín Griss
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