Personitas leyendo mí cabeza

lunes, 18 de diciembre de 2017

Cielo o mar.

No sé si llamarte cielo o mar,
Porque contigo siempre estoy mojada o en las nubes.
Quizá debería llamarte intensidad, ángel, caricia, magia.
Porque cuando estaba cayendo por un acantilado te salieron alas de la espalda y me enseñaste a volar.
Que por tus manos aterricé -derrumbada-, pero no me estrellé.
Que tu cuerpo fue un colchón para mi tristeza, y tu saliva amortiguó la caída.
Que no intentaste juntar mis piezas rotas, que solo las besaste y empezaron a sanar solas.
Y te quiero por eso.
Por respetar mis derribos, mis destrozos, mi agonía y mis ruinas.
Que te quiero por todo eso.
Y por todo lo que no cuento, y que solo nosotros sabemos.

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