Te quise tanto que ni me acuerdo de cómo lo hice, sólo sé
que llegó la hora de crear puentes y no barreras, di el portazo definitivo a mi
pasado y me aventuré a eso de enamorarme de ti, y todo para que, sin motivo y
sin razón, huyeras mientras soñaba contigo.
Pusimos de moda eso de dormir acurrucados y ahora la
distancia y los ‘peros’ nos separan más que nunca.
Quizás el tiempo me hará olvidarte pero no puedo evitar
sangrar por dentro y vomitar todo lo que me prometiste y que se quedó en tus
pupilas. Prometo no recordarte más de lo que merezca ni menos de lo que
necesite para seguir queriéndote toda la vida.
Por que sí, algo me dice que no te vas a ir de mi pecho
fácilmente, algo me dice que me has marcado para siempre…y mira que es
complicado eso de enamorar a alguien pero tú pareces haberlo hecho bien.
Ahora estás lejos, ojalá volver a tropezar contigo por el camino
aunque vuelva a doler. Soy una masoca desesperada que grita en silencio tu
regreso, que quiere superarte y a la vez sentirte mío por siete vidas más.
El invierno llegará sin avisar, después la primavera, el
verano, vuelta a empezar…y sé que seguirás bailando por mi cabeza aunque los
años pasen. Es lo que tiene haberte vuelto parte de mí.
Tengo asumido que el tiempo no me hará olvidarte aunque lo
haya prometido. Al revés, te recordaré toda la vida, porque quiero, porque hay
personas que jamás merecen ser olvidadas…hay personas que son para siempre
aunque no lo sepan…personas como tú…
Gracias por haberme hecho feliz, te quiero, siempre. Adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario