Personitas leyendo mí cabeza

domingo, 16 de septiembre de 2018

Con las ganas.

Me he quedado toda la vida con las ganas, y ahora no sé qué hacer con ellas. Me quedé con las ganas de saber si besabas tan bien como quitabas el sueño. Si tu boca sabía a final de la guerra. Me quedé con las ganas de quitarte la ropa y vestirte el cuerpo con las manos. Y nunca supe si el invierno no es tan hijo de puta, contigo al lado. Pero sobre todo, me quedé con ganas de que me tuvieses ganas. De que despertases con miedo a no despertar conmigo. Me quedé con ganas de comprobar si el amor no siempre se muere. Si hay vida, después de decir “te quiero”.

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