De nuevo igual, de nuevo me doy
cuenta de las cosas. He estado en una nube todo este tiempo, pero ya era hora
de volver a la realidad, de golpe, sin avisos. Ya tengo demasiados golpes,
cicatrices que no se irán, huesos rotos con lesiones ciegas… Ya estoy cansada,
harta, mal herida; Con el tiempo me doy cuenta de las cosas, me he dado cuenta
de que he sido tonta, sí, lo digo en serio. Creedme, que vuestra felicidad
nunca dependa de otra persona, eso es demasiada responsabilidad, ya que, la otra
persona, nunca te ha entregado la suya. No sé en qué estaba pensando, ¿Qué me
quería? ¿Qué le importaba? ¿Qué era la única en su vida? Simples ilusiones,
bobadas, tonterías. Estoy harta, darlo todo, siempre darlo todo, para siempre
acabar igual, sin nada, absolutamente nada. Mejor, no dar nada, así no te
arriesgas a perder. Siempre me ha gustado el peligro, arriesgar, pero, ya no,
ya me he dado cuenta de que esto es suficiente, no soy un juguete y mucho
menos, tonta. Pero aquí viene el problema, siempre volveré a caer, siempre le
querré, siempre me dolerá, siempre me caeré de las nubes… Siempre… ¿Sabéis por
qué? Pues por la cosa más jodida de este puto mundo… Le quiero. ¿Pero acaso
importa? No, no importa. Él la tiene a ella, y yo… Yo no tengo a nadie, pero
mejor sola que mal acompañada. Y paso de ser la doncella de su cuento de
princesitas, ahí os dejo la escoba, limpiar lo que ensuciéis vosotros, yo me
largo a mi propio cuento, quizás no tenga tanto prestigio, no tenga castillos,
ni nubes de algodón, pero estoy segura de que estaré mejor, dejaré de ser un
juguete, viviré mi vida, quizás sola, pero mejor que contigo. Porque estoy
cansada de llorar, de sufrir, de quererte. Quizás no pueda evitarlo, pero esto
no quedará así. Me merezco ser feliz, o al menos eso creo… Y, por lo que
parece, los niños se hacen adultos cada vez antes, ya que pasan de jugar con
pompas de jabón, a jugar con el corazón de una mujer, o incluso, hasta de una
niña. No se si soy una niña, no se si soy una mujer, ya que, a base de golpes,
se aprende, así, que empiezo a pensar que voy por la tercera edad ya. Y… es
irónico, le amo y le amaré siempre. Mi corazón nunca se rinde, aunque apenas se
pueda mantener erguido, nació luchando, para morir a base de golpes.
Ducha: el lugar donde usted no puede decir la diferencia entre el agua y las lágrimas
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario