La música retumbaba en sus oídos, el traqueteo de
las mañanas le hacía andar mas rápido entre todos aquellos desconocidos, el sol
matutino le anunciaba un nuevo día. El semáforo se pone en rojo justo cuando
llega, para. A su alrededor se arremolinan algunas personas mas. La música
sigue sonando a través de los auriculares, ahogando los ruidos de los coches,
amortiguando el sonido de su corazón. Nota que alguien la observa, desde la
acera de enfrente, pero decide hacer como que no se da cuenta. De reojo ve que
ahora él disimula y hace todo lo posible por que ella no sepa quien es. Lo
mira, sabe todo de su vida, bueno o al menos de su anterior vida. Es un
segundo, lo que tarda en cambiar a verde, ella sigue hacia delante. Se cruzan.
¿Como te va ahora? ¿Sigues con ella? ¿Te acuerdas de mis besos cuando la besas?
Se dejan atrás, cada uno con miles de preguntas sin formular. Dos desconocidos más
sin nada que contar.
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