Él. Ella. Ellos.

Ella. ¿Quién era ella? Ella era la clase de chica que no llamaba la atención. Ella era la clase de chica que no tenía ningún talento, o no los quería mostrar. Ella era la clase de chica que le gustaba estar sola, pero no sentirse sola. Ella era la clase de chica que se odiaba a si misma, pero no lo hacía ver. Ella era la clase de chica que oía insultos y burlas hacia ella a todas horas. Ella era la clase de chica que se reía de eso. Ella era la clase de chica que en realidad tenía la autoestima por el subsuelo. Ella era la clase de chica rara, solitaria, apartada social. Ella era la clase de chica que no podía más, pero seguía en pie. Ella era la clase de chica con problemas, muchos. Ella era la clase de chica que se lastimaba para sentirse mejor. Ella era la clase de chica, que tocó fondo. Ella era la clase de chica, que un día le conoció. Ella era la clase de chica que se enamoró perdidamente de él. Ella era la clase de chica que se lo dio todo. Ella era la clase de chica que se sentía protegida a su lado. Ella era la clase de chica que volvió a ser feliz, gracias a él. ¿Y él? ¿Quién era? Él era la clase de chico que enamoraba a cientos de chicas. Él era la clase de chico “rompe corazones”. Él era la clase de chico incapaz de sentir amor. Él era la clase de chico que ilusionaba con palabras. Él era la clase de chico que siempre prefirió ser el “rompe corazones”, antes de él poder salir herido. Él era la clase de chico que la dejó. Él era la clase de chico al que le asustaba enamorarse. Él fue la clase de chico que la subió hasta las nubes, y la dejó caer al vacío. ¿Quiénes eran ellos? Ellos eran la clase de pareja perfecta. Ella era la clase de chica que murió por amor. Él era la clase de chico que mató por amor.