Perdidamente enamorada, celosa de la nada.

¿Sabéis que estoy perdidamente celosa? Sí, lo digo en serio. Tengo celos de su sombra, ya que está con él a todas horas; tengo celos de su espejo, pues lo ve todos los días; tengo celos de su ropa, ya que rodea su cuerpo todo el rato; tengo celos del agua que bebe, ya que roza sus labios en cada trago; tengo celos de su almohada, ya que puede observar cómo duerme sin problemas; tengo celos de tus oídos, ya que escuchan siempre que hablas el sonido de tu voz; tengo celos de tus sábanas, ya que te abrazan y te dan calidez; tengo celos de tu cama, porque te ampara en cada sueño… Perdidamente celosa, de todo y nada a la vez.