Personitas leyendo mí cabeza

sábado, 19 de mayo de 2012

Las bonitas historias no tienen final



Te das cuenta de lo muchísimo que te importa alguien cuando te da igual todo, da igual cómo estés tú, lo único que quieres es que esa persona esté bien. Solamente quieres verla sonreír de nuevo, que vuelva a gastar sus típicas bromas, los piques, los enfados, los momentos emotivos, esos en los que te dabas cuenta de que no importaba que no os demostrarais cada día lo mucho que os queríais, porque sabíais que en los peores momento nunca se fallarían. ¿Qué ocurriría si esos momentos no volvieran? ¿Qué pasaría si algún día solo fueran recuerdos? ¿Qué pasaría si todo hubiera acabado un día? Si todo terminara… A veces las historias, no necesitan un punto y final.  



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