Hace un momento he publicado una frase de
Mario Benedetti, “Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima,
eso es admirable”, y como casi todo mi blog, lo he publicado pensando en él. ¿Cómo
es posible? Conocerlo por una pantalla, por palabras que ninguno de los dos
puede demostrar por estar tan lejos, cuando la única forma de hablar es
utilizando algún aparato tecnológico, cuando, nunca le he visto en persona… Y
tengo miedo de no verle nunca. “El amor no entiende de edades…” No seáis
hipócritas, ¿Cuánta gente me habrá dicho que solo tengo 15 años, que solo es
uno mas, que ya se me pasará, que ya le olvidaré? Pero eso sí, lo dice alguien
de 25 años y es una historia de amor preciosa, luchando contra la distancia.
Pero… aun tengo 15, ¿Cómo luchar?, nadie me apoya, “simples tonterías de crías”,
pero no es solo eso, porque en esta lucha solo estamos él y yo, pero, ¿Y qué?,
no somos independientes, no podemos viajar cuando nos da la gana, no podemos…
Hacer nada. Y eso no es fácil. Ya me da igual que me juzguéis, sí, sé que soy
muy joven, una adolescente enamorada de alguien que vive a miles de kilómetros
de distancia. Pero no puedo evitarlo, sé que las cosas serían más fáciles con
cualquier persona que me encuentre por la calle, con conocidos… Pero sabéis que
las cosas no van así. El amor se siente y punto, y yo, no puedo evitar sentirlo
por él. Me hace sonreír con cualquier tontería, puedo ser la chica mas
deprimida del mundo, que él se conecta, y me transformo en la persona más feliz
de la historia. Puedo estar cabreada contra el mundo, puedo estar pensando en
abandonar, puedo estarlo viendo todo de gris, da igual, él llega, y vuelve mi
mundo de todos sus matices. Y es incluso gracioso, cuando aun me pongo nerviosa
y siento esas mariposas en el estómago cuando escucho su voz o cuando le veo,
aunque sea por una pantalla, no puedo evitarlo, él tiene la culpa, no haberme
enamorado. Es más, la simple idea de perderlo me aterroriza, me da puro pavor,
simplemente… No quiero vivir sin él, eso no entra en mis planes. Por eso, por
todo lo que me hace sentir, sin tocarme, sin haberle visto, simplemente siendo
él, cuando me pregunto, ¿Cómo luchar?, contesto: No dejaré que la distancia gane.
Lo que siento, es más fuerte.
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