Estaba sentada en el suelo, con la vista
perdida en la ventana, un libro abierto tirado a su izquierda, y una débil música
le golpeaba los oídos con fuerza. Una lagrima rebelde resbalando por su mejilla
y un pensamiento que no la deja tranquila, todo esta mal, todo ha cambiado nada
es igual. Se levanta, se mira al espejo, nada es igual pero yo sigo siendo la
misma.
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