Personitas leyendo mí cabeza

jueves, 9 de enero de 2020

Ella es pasado. Yo ya no la quiero.

Yo ya no la quiero

Ya que te la has llevado, déjame decirte algunas cosas:

A pesar de que no haya razón para ello te rogaría que no te tomaras ninguna de estas palabras como un ataque o sutileza envenenada para demostrarte que la conozco mejor que tú.
No, no tengo ningún interés en desenterrar hachas, y menos de guerra.

Quiero dejarte claro que no debes preocuparte,
para mí ella es pasado, yo ya no la quiero.

Verás, es complicada, y creo que el tiempo que llevéis te habrá bastado para hacerte una idea. Ése es el primer consejo que debes tener claro: no importa lo complicada que creas que es hasta ahora, lo es muchísimo más. Vas a encontrarte con una chica que amanezca enfadada cuando la noche anterior os acostásteis sin el menor problema, y pobre de ti si le preguntas qué le pasa. Las causas de ese enfado pueden ser tan demenciales como que haya soñado que la engañabas y ahora su mente le esté diciendo que quizá haya sido una “señal” o que tiene un problema y pretende que tú se lo adivines sin que ella diga o haga lo más mínimo para facilitarte el hallazgo.

Tendrás una chica que te dirá mil veces que no es celosa y te mentirá en cada una de esas mil (su especialidad es empezar la frase diciendo “Que conste que no soy celosa, pero…”), que mirará mal a cualquier chica con la que hables y ella no conozca, que te hará millones de preguntas trampa en las que, amigo, respondas lo que respondas estarás perdido.

A veces sentirás que es inmadura, o caprichosa, y te querrás volver loco cuando compruebes que te acusa de cosas que luego ella es la primera que las hace.

Tiene miedo. Simplemente tiene miedo.

No la justifico, te aseguro que yo sé mejor que nadie cuánto de insoportable puede llegar a ser, pero debes aceptarlo. La han devastado antes de ti, antes de mí, y no se le va a olvidar jamás. Tienes que vivir con ello, y quererla así. No la fuerces a que te cuente qué le ocurrió. No la hagas sentir culpable porque no se le haya olvidado.

Si no quieres soportar nada de esto, vete ahora. Vete ya.
Pero si te quedas con eso, no tengas ninguna duda de que tendrás todo lo bueno de ella.

Si te quedas con eso tendrás a una mujer que te quiere y que te demuestra que te quiere, que cuando estés en un momento difícil te sonreirá haciéndote ver que está orgullosa de ti, tendrás a una chica única, imposible de encontrar, de las que, literalmente, ya no quedan.
Alguien que no se aprovechará de tus debilidades, que no te dará golpes bajos, a la que podrás contarle cualquier secreto que morirá con ella.
Porque aparte de ser tu novia querrá ser tu amiga.

Para finalizar te diré si me lo permites unos cuantos consejos que yo aprendí con el tiempo:

Ahora que se acerca la Navidad sal con ella a ver las luces, y no te desesperes si se para en cualquier escaparate (en todos los escaparates) un cuarto de hora. Lo hará. Sonríele cuando lo haga, porque adora eso, y si le impides hacerlo se sentirá triste, aunque no te lo diga.

Si veis pasar a un animal abandonado dile algo al respecto, su corazón en ese momento estará rompiéndose en mil pedazos. Haz algo por ayudarlo, y si no puedes, dile cualquier frase alentadora, hazla sentir un poco mejor. En su sonrisa agradecida tendrás pagadas tus palabras.

No la creas las primeras ciento cincuenta veces que te diga que no le pasa nada. Bésala justo cuando más enfadada esté: el riesgo de que te mande a paseo y te pregunte qué diablos haces está ahí, pero generalmente amansarás a la fiera y acabará en la más dulce de sus sonrisas.

Regálale cualquier cosa que tenga luz, cómprale golosinas hasta que le duela la barriga y cuidado con decirle lo guapa que es la actriz de la película que estéis viendo. No la regañes demasiado si llega (porque llegará) treinta minutos más tarde de la hora acordada a la cita, y no te molestes en quedar más tarde para la siguiente, porque hará exactamente lo mismo.

Y quiérela. Quiérela mucho.
Quiérela como no hayas querido a nadie en tu vida.

Entre tú y yo, si crees que tiene demasiadas complicaciones o dudas de que puedas hacer frente a todas estas cosas desde ya, ni siquiera lo intentes. Habla con ella, como dos personas adultas, estoy seguro que lo entenderá.

Pero si empiezas no acabes nunca.
Ella es la mejor chica que he conocido en mi vida.

Si alguna vez -que te va a ocurrir- te encuentras cansado, te sientes mal, o crees que es injusto algo, mírala al llegar la noche mientras se duerme suspirando tranquila en tu pecho.
...A mí con eso me pagaba todo.

En fin, disculpa si te ha parecido muy largo o me he metido en lo que no me llaman.

Mucha suerte. Y ojalá seáis felices.
Por última vez: tienes el tesoro más grande que jamás hayas imaginado entre tus manos, así que cuídala.

Es… es única.

Y que eso, de verdad, que por mí no debes preocuparte.

Ella es pasado.

Yo ya no la quiero.

-JF Torres

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