Personitas leyendo mí cabeza

domingo, 4 de noviembre de 2012

Necesitaba desahogarme un poco

Y, ¿Sabéis una cosa?, soy la persona más sensible, sentimental y emotiva que jamás podréis conocer. Pero nunca os lo haré saber. No voy a llorar delante de nadie, no voy a dejar de sonreír por nada, voy a estar siempre en pie, firme. Intento que nadie me hunda, y si lo hacen, que no se den cuenta. No permitiré que conozcan mis flaquezas, mis puntos débiles. Jamás diré que estoy mal, jamás diré si algo me ha dolido, jamás dejaré que sepas la verdad sobre mí, jamás te dejaré que veas debajo de esta máscara. Mi máscara, la que ya no es de plástico, la que es de acero. La que se ha perfeccionado durante muchos años, esa máscara, con una sonrisa, con los ojos abiertos, la que no deja pasar el dolor, la que no muestra las lágrimas, las cicatrices, los golpes, los errores, la verdad. Al principio, me costaba mucho mantenerla, demasiado peso sobre mis hombros. Ahora, se ha vuelto “mi otra yo”, me miro en el espejo, y solo veo una sonrisa, un “estoy bien”, un “nada me hace daño”… Pero sé que yo no soy esa, no soy esa de la máscara, soy la que está oculta, bajo ella. Pero no puedo quitármela, es parte de mí, es el “yo” que todos conocen, es mi único escudo en contra de la realidad. ¿Qué pasa si estoy mal? ¿Qué pasa si quiero llorar? ¿Qué pasa si me dañan? ¿Qué pasa? Pues, sonrío. Hasta que la máscara se rompa, hasta que consigas traspasar la barrera, para ti, siempre seré la chica feliz. Pero ahora, con la máscara sobre la mesa, ahora, con mis mejillas llenas de lágrimas, ahora, con una sonrisa rota en la cara, ahora, que muestro mis cicatrices al mundo, puedo decir, que no estoy bien, que me han dolido tus comentarios, que quiero llorar, que me siento sola, que no soy la que tu te crees. Y ahora, que veis mis heridas, ahora sabéis, que no soy lo que parezco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario