Personitas leyendo mí cabeza

domingo, 10 de mayo de 2015

Las nubes.

Las nubes rosadas llueven hojas de cerezos,
Para que ella, descalza, salga a caminar.
El suelo mojado de otoño se viste de recuerdos
Para que ella, alada, los pueda olvidar.

El té sobre la mesa esperando el invierno
Se enfría esperanzado y amarga su sabor.
Yo con mis miedos derruidos y sinceros
Solo hago silencio y la pienso con fervor.

Las noches oscuras se esconden tras su sombra
Para que ella, alunada, la salga a iluminar.
Las ramas de sus dedos tiemblan con deseo,
Es la hechicera de mi tiempo y de mi azar.

Las paredes sonrojadas y con dudas
Se juntan como cuarto aguardando su mirar.
Yo con mis manos, sin ella, en ayunas,
La espero, enamorado, para poderle desnudar. 
Vuelta y giro.

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